"La subversion necesita mantener al pueblo devastado, con hambre, miseria, sin salud ni Estado. Entre mas afligido este el pueblo mejor es la revolucion, antesala del nuevo Estado diseñado por ellos.!!!! "

lunes, 8 de noviembre de 2010

Homenaje a un Talante !

“La juventud puede soportar el presente, pero lo que no puede tolerar es que no exista el futuro. Si las leyes son injustas se deben derogar; si son justas deben cumplirse. Si nuestras vidas pueden significar algo para abrirle al país nuevos cauces para el entendimiento y para la paz, nuestra obligación es ser realistas. Hay que darlo todo. Concertar es reconstruir la solidaridad nacional. Para lograr la paz nacional comencemos por estar en paz con nosotros mismos. Hagámoslo hoy".



Alvaro Gómez representa a la Colombia que estaba cansada de tanta violencia, pobreza, corrupción, es Colombia que quería cambiar porque no le gustaba, una Colombia que había abandonado los frondoso cauces de la verdad, la justicia, la moral y la libertad para quedarse en los oscuros valles de la corrupción, de la violencia, de la injusticia, de la maldad.

Hoy esa Colombia está representada en la juventud colombiana que no quiere heredar a sus hijos y nietos el país que recibimos de nuestros padres. Esa juventud en la que arde la llama ardiente de la Esperanza, robustecida con el aceite de la a Fé y animada con la lámpara de la acción.

Crecí admirando al político, al artista, al historiador, al periodista, pero sobre todo al hombre universal que representaba Álvaro Gómez Hurtado, un hombre que sobresalía entre todos sus contemporáneos, un colombiano que se formó estudiando a los grandes pensadores de la humanidad, gozando como ninguno del privilegio de tener como mentor a su progenitor Laureano Gómez, quien ya había transcurrido medio siglo y agitado el mundo político de la época.

A Álvaro Gómez le cabía el mundo en la cabeza, desde sus editoriales en El Siglo emanaban prodigiosas enseñanzas para solucionar los problemas de Colombia, del Hombre, de la Sociedad y del Mundo, incomprendido por muchos y censurado por otros, pero respetado y escuchado por todos, convencidos que sus palabras eran oráculos de sabiduría, de inteligencia y de realismo político. Amó la Libertad, la Vida, la Fe, la Cultura; ese talante conservador que lo caracterizaba inspiró y dirigió a muchos colombianos por el camino de la política, que él concebía como un verdadero servicio público de Amor a la Patria. No llegó a ser presidente, porque las ráfagas de ametralladora disparadas por el Régimen que él tanto había combatido terminaron con su vida al salir de una cátedra universitaria, pero lo recordamos como el gran Estadista que nunca volverá a tener Colombia en mucho tiempo.
Qué gran tristeza nos causa no haber tenido a tan humano corazón y esclarecida mente, dirigiendo los destinos de este país, atribulado y aportas de la tumba después de una larga y penosa convalecencia. Estamos convencidos que su concepción de Estado y el conocimiento detallado de los problemas del pueblo colombiano habrían hecho de nuestra Patria un verdadero país para volver a Vivir. Se adelanto a su tiempo cuando expuso que el Desarrollo era la base del progreso social y económico de Colombia, cuando defendía porque la Planeación Nacional era la herramienta que podría a funcionar los proyectos y atender las necesidades que tanto reclamaba el pueblo colombiano, cuando el centralismo político quería controlarlo todo con un Estado gigantesco el abogaba por el derecho de las regiones y los municipios de elegir libremente a sus gobernante, cuando aun se hablaba de la protección ambiental él ya lo planteaba como punto fundamental de su propuesta.
Hoy nos falta ese gran hombre, la voz moral de Colombia para aturdir con sus señalamientos a los barones electorales que viven y sobreviven del usufructo de los bienes públicos, ha faltado la voz del político que vio en la pobreza al principal enemigos del pueblo colombiano, ha faltado la voz del visionario que vislumbraba una nueva Colombia, muy diferente a la que había vivido, y que le disgustaba. Tenemos que rescatar su pensamiento, y ponernos de acuerdo sobre lo fundamental para emprender la Salvación Nacional.
Por eso un grupo de jóvenes , inspirados en el pensamiento, vida y obra del político conservador, que desea cambiar este país que nos dejaron 3 generaciones para entregarle uno nuevo a nuestros hijos y nietos , quieren invitarlos a todos ustedes, a los estudiantes, a los campesinos, a los empresarios, los trabajadores, los soldados, los profesionales, y todos aquellos que quieran contribuir para la construcción de una Colombia Grande, Libre y en Paz, a integrar el Movimiento de Restauración Nacional, enarbolando y agitando las banderas de la Verdad, la Moral, la Justicia, la Solidaridad, la Paz y el Bíen Común, con más fuerza y con más rapidez, para sacudir al país y sacarlos de ese letargo de 50 años de sangrienta guerra y llevarlo a ocupar la posición que se merece, de estar en la cumbre de la naciones de la cristiandad, para reconstruir una Colombia donde se pueda vivir, y que el sacrificio de Álvaro Gómez Hurtado no sea inútil, sino el símbolo que inspire y convoque a un movimiento de restauración nacional.

Muchas Gracias.

Juan Sebastian Camelo Garcia.

Pdte. Movimiento de Restauracion Nacional

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